Quieren repetir la historia. El Centro de Acopio Francisco I. Madero, inaugurado en el sexenio peñista y que sólo operó de manera funcional durante unos meses, quedando impunes una serie de irregularidades que lo llevaron a su cese, ha sido rehabilitado; cierra la pinza la designación de Oscar Navarro Gárate en Administración y Finanzas de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), quien es cercano a Osorio Chong.
El movimiento volvería a emular las inconsistencias dadas durante el primer periodo de funcionamiento del Centro de Acopio con Liconsa, volviéndose a entretejer las redes de corrupción que en su momento lo hicieron disfuncional.
LA HISTORIA DEL FRAUDE
En marzo de 2014, inició la edificación del Centro de Acopio Francisco I. Madero, inmueble para el cual fueron designados 30 millones de pesos y que sería un importante aliado para Liconsa, pues compraría leche a productores de 11 municipios del Mezquital, dando un precio de garantía de 8.20 pesos el litro, teniendo una capacidad de almacenamiento de 20 mil litros para luego almacenar hasta 100 mil.
El proyecto fue promovido por Rosario Robles Berlanga, entonces titular de Desarrollo Social y hoy presa por su responsabilidad en La Estafa Maestra, además del exgobernador de Hidalgo Francisco Olvera Ruíz, mandato bajo el cual al menos una decena de instituciones se involucraron también en el esquema de desvío de recursos ventilado por la ASF y dado a conocer por Animal Político.
Entonces se afirmó que la gestión fue llevada a cabo por la entonces titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) Nuvia Mayorga Delgado, actual senadora ligada al también senador plurinominal Miguel Ángel Osorio Chong.
Mayorga, oriunda de Tepatepec (Francisco I. Madero) fue funcionaria de Osorio Chong e incluso ha sido señalada de haber participado en el escándalo de sobornos de Odebrecht, caso que tiene tras las rejas a Emilio Lozoya y quien podría inculparla en sus nuevas declaraciones. Roberto Rock en su libro “La historia detrás del desastre” cita a Nuvia como la encargada de recoger dinero en efectivo, en maletas, charoleando a los gobernadores para financiar la campaña del entonces candidato Enrique Peña Nieto.
Los tentáculos de la Estafa Maestra en Francisco I. Madero alcanzaron al entonces rector de la UPFIM Juan de Dios Nochebuena Hernández, acusado de desviar 185 millones 839 mil 480 pesos mediante el convenio SEDATU/DGAPAND-UPFIM/33901.03/2016 que simuló la prestación de un servicio pero que trianguló el 98% del monto a terceros.
La ambición que llevó al fracaso
Pero el Centro de Acopio Francisco I. Madero estuvo plagado de irregularidades que le llevaron a su total fracaso.
Primero, los productores de leche denunciaron que pese a que se prometió hacer un trámite directo con ellos, existían intermediarios que les pagaban su producto muy por debajo del supuesto precio de garantía. Entonces hubo quienes afirmaron que detrás de “los coyotes” se encontraba Luis Jaime Osorio Chong, hermano del exsecretario de Gobernación, aunque no presentaron pruebas fehacientes para ligarlo.
Donde sí se encontraron elementos para relacionarlo fue en la investigación de este medio titulada “Salpica la Estafa Maestra a la UTTT y a Osorio Chong”, donde se evidenció que el veterinario sirvió de conexión con INCA Rural, quien simuló convenios con la UTTT -cuyo rector era primo de la esposa de Osorio Chong- para realizar servicios solicitados por la Sagarpa.
Posteriormente las irregularidades siguieron con Liconsa. El contrato CADQ/3184/2015 mostró una compra al Centro de Acopio por 20 millones 150 mil pesos, más IVA, para adquirir alrededor de 2 millones 850 mil litros de leche, lo cual se justifica -aún con coyotaje- porque el centro operó.
Sin embargo, un año después, ya cuando los productores dejaron de vender su producto al Centro de Acopio, que para entonces estaba prácticamente cerrado, Liconsa pagó 46 millones 376 mil pesos, más IVA, para adquirir 6 millones 560 mil litros de leche según obra en el contrato CADQ7539/2016, condición por la que se desconoce quiénes fueron los que comercializaron su producto a Liconsa. Dicha irregularidad llevó a que fuera la última compra celebrada entre Liconsa y el Centro de Acopio.
Es en este punto donde entra otra figura del entramado que provocó la estafa, pues el titular de Liconsa era Ernesto Vázquez Baca.
Vázquez Baca fue subordinado de Osorio Chong, primero como asistente personal y luego como coordinador de giras entre los años 2006 y 2013, año en que el hoy senador plurinominal lo promovió como delegado de Liconsa en Hidalgo, institución responsable de comprar la leche al Centro de Acopio.
El cargo lo dejó en 2016 para asumir una diputación local por Actopan, año que coincide precisamente, con la última compra realizada por el inmueble que estuvo 4 años abandonado.
Osorio Chong no sólo agradeció la lealtad de su subordinado con puestos donde pudiera vigilar los negocios que se hacían en el Centro de Acopio de Francisco I. Madero, sino que para asegurar su complicidad le otorgó 3 concesiones de taxis metropolitanos en Pachuca: el primero tiene el número 10,775 y se lo dio en 2009; posteriormente indicó a Francisco Olvera que se le entregaran las concesiones 11,810 y 12,508, ambas en 2011.
Sólo de estas tres concesiones -habrían más-, le habría asegurado un ingreso de entre 60 y 90 mil pesos mensuales.
Pero Osorio Chong también lo “apapachó” mientras fue legislador local. Pese a ser el legislador más faltista durante el segundo periodo legislativo en el Congreso Local y que unas 300 mujeres originarias del distrito Actopan bloquearon la carretera federal México-Laredo por varios minutos dado que Ernesto Vázquez Baca incumplió con la entrega de despensas, entre otros compromisos, intervino para que “se le tuviera paciencia”.
El año pasado se daría a conocer mediante trabajadores y promotores de Liconsa que fueron removidos en agosto de 2019 por denunciar irregularidades, que el exfuncionario habría sido partícipe de alterar las listas de beneficiarios de Liconsa para tratar de mantener el voto para sus oscuros intereses. El documento que evidencia lo anterior fue entregado por los inconformes a René Gavira Segreste, quien fuera director de Finanzas y Administración, y quien para tapar la suciedad de Liconsa, decidió cesar a los denunciantes.
Quieren una segunda oportunidad en Liconsa para seguir desviando recursos
Pese al fracaso del Centro de Acopio Regional Francisco I. Madero en Tepatepec que lo mantuvo cerrado durante 4 años por diversas irregularidades, no sólo no hubo sancionados sino que ahora quieren volver a hacer sus prácticas como en años anteriores.
La institución, ahora parte de Segalmex, rehabilitó el inmueble y el pasado 27 de mayo comenzó a recibir producto por parte de 15 micro y pequeños productores.
No sólo se mantendrían “vigentes” los entonces operadores del fraude, desde quienes estaban detrás del coyotaje hasta quienes mantienen su influencia política en Tepatepec, sino que también se mantiene el control a nivel federal.
René Gavira Segrete, entonces director de Administración y Finanzas, nombró el año pasado a la subgerente de Liconsa-Hidalgo Luz Elena Hernández Rivas, pues es su ahijada política y ahora también responsable de mantener “el negocio” a flote.
Con la 4T, si bien habría sido obligado a dejar el puesto, no habría dejado de incidir ni de participar, especialmente cuando a su relevo llegó Oscar Navarro Gárate.
Navarro Gárate es cercano también a Miguel Ángel Osorio Chong; incluso estuvo involucrado en el proyecto del Aeropuerto de Tizayuca y se mantuvo trabajando en ese puerto seco durante la administración de Miguel Ángel Osorio Chong. Luego se mantuvo con Francisco Olvera en la misma posición para después mudarse al gobierno federal.
Ahora, es parte de los “nuevos” nombres que quieren seguir llevando el mismo negocio que antaño.