Con AMLO ha bajado crecimiento en tasa de personas asesinadas: Data Cívica


Data Cívica, a través de Animal Político, reveló cómo ha disminuido la tasa de crecimiento de asesinatos en México, aunque no necesariamente quiere decir que bajen los números absolutos

Con AMLO ha bajado crecimiento en tasa de personas asesinadas: Data Cívica

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Seguridad
Diciembre 09, 2020 22:48 hrs.
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Carolina Torreblanca y Oscar Elton | ANIMAL POLÍTICO › Emmanuel Ameth Noticias

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Si bien el número de homicidios dolosos en México sigue siendo el más alto del país si se evalúa la información por sexenios, la tasa de crecimiento d ellos mismos ha venido a la baja durante el periodo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), tendencia que deberá permanecer, toda vez que sus antecesores lograron lo mismo durante los primeros años para posteriormente tener incrementos que nos llevaron a la situación que padecemos ahora.

De Carolina Torreblanca y Oscar Elton | ANIMAL POLÍTICO

Muchas cosas han cambiado en México desde la transición presidencial del 2000. Una de ellas es la manera en la que se asesina. En este artículo haremos una autopsia por cuatro sexenios de datos oficiales de homicidio, que abarcan 19 años, para intentar entender quiénes han sido las víctimas de la violencia letal en este país.

Durante este periodo cambió la intensidad con la que se asesina, los lugares, las maneras, y los perfiles de las víctimas. Ha cambiado también la estrategia de seguridad del gobierno, y luego se ha apostado y vuelto a apostar por la militarización. Desde el primero de enero del 2001 hasta el 31 de diciembre de 2019 fueron asesinadas en el país 374,180 personas. De estas, 305,062 fueron asesinadas entre el 2008 y el 2019, a partir de la profundización de la Guerra contra las Drogas en el sexenio de Calderón. ¿Cómo empezar a entender esta tragedia? ¿Cómo construir memoria de lo que nos pasó y nos pasa?

¿Cómo cambió la intensidad de los homicidios?

El primer paso para entender la violencia letal de los últimos años es entender cómo ha evolucionado el ritmo del cambio en la tasa de homicidios de un año al siguiente y la dirección de dicho cambio. Es decir, qué tan volátil es la violencia letal y si ésta aumenta o disminuye, relativo al año anterior.

En la siguiente gráfica podemos ver cómo el cambio en la tasa de homicidios pasó de ser pequeño y constante durante el sexenio de Fox a ser explosivo durante el sexenio de Calderón. De entre los treinta años de datos de homicidio publicados actualmente por el INEGI, de 1990 a 2019, tan solo en los últimos 13 años hemos visto el año menos violento de nuestra historia reciente – 2007 – y también el más violento – 2018.

El sexenio de Vicente Fox se caracterizó por una tasa de homicidios constante, que disminuía o aumentaba poco, año tras año. El mínimo histórico de la tasa de homicidios ocurrió en 2007, año en que la tasa disminuyó 17%, relativo al año anterior. Sin embargo 2008, el segundo año del sexenio de Calderón, traería el crecimiento porcentual más grande en la tasa de homicidios de todo el periodo: la tasa de homicidio de hombres aumentó 62% y la de mujeres 31%. Este escandaloso cambio fue seguido de 5 años de más crecimiento en la tasa de homicidios. Para 2011 la tasa de homicidios general ya había llegado a su máximo histórico. Solamente ese año fueron asesinadas 27487 personas. Nunca regresaríamos a los niveles de violencia letal del sexenio de Fox.

En 2012 la tasa disminuyó ligeramente, permitiéndole a EPN iniciar su sexenio con una tendencia a la baja. A pesar de que el cambio en la tasa de homicidios fue negativo por tres años seguido durante el sexenio de Peña Nieto, los niveles habían aumentado tanto durante que el sexenio de Calderón que el ritmo de la disminución no bastó para regresar a tasas similares a las que habíamos visto durante el sexenio de Fox. Para 2015 la tendencia a la baja había terminado, y la violencia repuntaba. Peña Nieto terminaría su sexenio habiendo batido dos récords: el año con la tasa de homicidios más alta desde que hay información (2017 y luego 2018), sin embargo, Calderón mantuvo el récord de haber presidido durante el año en el que la violencia creció más, relativo al año anterior (2008).

En 2019, el único año del sexenio de AMLO para el que tenemos información, podemos ver que los homicidios disminuyeron un poco, comparado con el 2018. Sin embargo, como le ocurrió a EPN, el nivel absoluto de la violencia es tal que disminuciones de apenas 1% o 4% como las que observamos durante 2019 no alcanzarán para regresarnos a niveles de homicidios como los que vimos durante el sexenio de Fox.



¿Cómo han cambiado los modos?

Los últimos 19 años también han implicado un cambio drástico en la manera en la que se asesina en México. La manera más común de matar siempre ha sido con arma de fuego, pero a partir del 2007 la frecuencia relativa de homicidios con arma de fuego versus el resto de las formas de matar se volvió extremadamente sesgada.

Hablando de números totales, el aumento en homicidios con arma de fuego explican gran parte del crecimiento de homicidios en los últimos años, como podemos ver en la siguiente gráfica. En cambio, en términos relativos, la intensidad con la que se asesina personas estrangulándolas o con arma blanca no ha cambiado tan drásticamente durante este periodo, como se puede ver en la siguiente gráfica – aunque sin duda ha habido un aumento de homicidios sin importar la manera en la que fueron cometidos.

En resumen: nos hemos vuelto un país de homicidios con arma de fuego. Durante el sexenio de Fox el 51.74% en promedio de todos los homicidios se cometieron con arma de fuego, durante el sexenio de Calderón era ya el 65.53% y para el de EPN ya fue el 65.47%. En 2019 ese porcentaje fue de 61.89%. Es decir, la tendencia no da señales de revertirse.



¿Cómo han cambiado los lugares?

Una de las preguntas que nos hicimos es cómo ha cambiado la dinámica de violencia en el territorio. Sabemos, por ejemplo, que la intensidad de la violencia ha crecido pero que no necesariamente eso se traduce en una dispersión de la violencia por todo el territorio nacional. Sin embargo, sí estamos viendo cómo lugares que antes habían escapado relativamente intocados de violencia durante el sexenio de Calderón o de EPN, hoy se han vuelto lugares de homicidios cotidianos.

La guerra contra el narco se ha ido moviendo por los estados del país. El caso más emblemático en meses recientes es quizás el de Guanajuato. Pensar en esta entidad hace unos años era pensar en pueblos mágicos, callejones, artículos de piel y el mundialmente conocido Cervantino; sin embargo, en años recientes se habla cada vez más del Cartel de Santa Rosa, homicidios, secuestros, fosas y huachicoleo. ¿Surgió todo esto espontáneamente?



La gráfica anterior ordena a los estados del país según su tasa promedio de homicidio anual en cada sexenio, de mayor a menor. Analizándola, es claro que Guanajuato era uno de los estados menos violentos del país durante el sexenio de Fox. El estado natal del ex presidente paso del lugar 28, con una tasa promedio de 4.21 por cada 100 mil habitantes, al cuarto lugar nacional en 2019 con una tasa de homicidios de 61.1 por cada 100 mil habitantes. Sin embargo, sexenio con sexenio, la intensidad relativa al resto de los estados de la violencia ahí fue aumentando. Muy pocos analistas vieron venir la explosión de violencia que se está viviendo actualmente en ese estado y algunos otros del país.

Podemos también ver que estados como Chihuahua y Baja California se han posicionado constantemente entre los estados más violentos a través de los años, encontrándose siempre en el top 5 de entidades con mayor tasa de homicidios promedio. Chihuahua, por ejemplo, fue la segunda entidad más violenta durante el sexenio de Fox con una tasa de 11.81, pasando al primer lugar con Felipe Calderón, y manteniéndose en tercero durante los dos últimos sexenios con tasas promedio de homicidios de 62.92, 33.2, 42 por cada 100 mil habitantes respectivamente.

Por el contrario, entidades como Coahuila, Baja California Sur y Nuevo León, han pasado de ser relativamente poco violentas durante un sexenio a ser extremadamente violentas en el siguiente, y regresar a niveles bajos de violencia letal comparada después. En algunos casos, como el de Coahuila, incluso regresaron a niveles de violencia letal que les permitió ubicarse en un lugar similar en el ranking al que tenían durante el sexenio de Fox.

Hay un grupo de estados que, por el contrario, parecen haberse vuelto menos violentos con el paso de los años. ¿Qué pensar de la violencia en entidades que descendieron constantemente en el ranking conforme avanzaban los sexenios, como Oaxaca, la CDMX y el EDOMEX? Que probablemente no es que se hayan vuelto menos violentas, sino que buena parte del resto del país se volvió más violenta a su alrededor, y éstas lograron aislarse.

Hay por supuesto otras entidades donde no pasa (casi) nada, como Aguascalientes y Yucatán, que se ubican constantemente entre los estados menos violentos del ranking.

Que haya diferencias geográficas tan importantes no debería de extrañarnos: los homicidios no se cometen aleatoriamente; por el contrario. La cercanía a la frontera y los mercados de drogas en el extranjero, los puertos y rutas de trasiego, la sincronización política entre alcaldes, gobernadores y presidentes, el tipo de economía local, entre otros, son algunos de los factores que investigaciones académicas han señalado como clave en la distribución espacial de la violencia. Sin embargo es claro que el escenario en el que se disputa la guerra ha cambiado con los años.De Carolina Torreblanca y Oscar Elton | ANIMAL POLÍTICO

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