Alfredo Rivera Flores
Irma y Alfredo somos una pareja de pachuqueños coqueteando con la octava década. Afortunados como somos, el festejo por el cumpleaños de ella lo estamos viviendo en Bellagio. Nos extasiamos admirando la suntuosidad del lago Como, y por si fuera poco, hace algunas horas, nos comenzaron a llegar noticias del terruño. Nuestra felicidad fue desbordante al saber que México será gobernado por una valiosa mujer, pues millones de votantes (36) han elegido la cultura, la ciencia y la honestidad para gobernar a nuestro expoliado país.
Sí, coincidimos totalmente con la opinión del mejor presidente de México, quien recientemente expresara: ’¡Claudia, eres lo mejor que le ha pasado a nuestro país!’.
Seguros estamos que a la eficiencia y honestidad en sus desempeños, Claudia habrá de agregar sus incansables esfuerzos para disminuir significativamente los diferendos que amenazan la unidad de los mexicanos. ¡Viva México! ¡Viva la vida! ¡Viva el amor!
Muy jóvenes aún, aportamos nuestros esfuerzos y fincamos nuestras esperanzas en un mundo mejor; y a pesar de los triunfos morales que en ocasiones logramos, nunca pudimos arrancar del poderoso y putrefacto aparato priísta los triunfos palpables que tardaban en llegar, y cuando así sucedía era para ver cómo nos los escamoteaban.
Hoy, a la distancia, nos reunimos como seres humanos felices y realizados por nuestros desempeños en la vida, y porque hemos vivido lo suficiente para contemplar los estertores del partido que se apropió del poder y del triunfo de los desposeídos.
Estamos a punto de ser testigos de la forma de gobernar de Claudia, es decir, vivimos para ver que la esperanza tiene una oportunidad.
A pesar de la cortina de lluvia torrencial que incesantemente se deposita sobre del lago, nuestros ojos, enamorados de la vida y la esperanza, a cada momento lo descubren más cálido, transparente y esperanzador.