Las cifras que proporciona la Secretaría de Salud respecto al COVID-19 tienen ajustes en su registro conforme pasa el tiempo, dificultando el análisis así como la elaboración de modelos en su caso.
La página https://coronavirus.gob.mx/datos/ ofrece la herramienta para descargar un archivo .csv para ser procesado en una hoja de cálculo. El total acumulado de casos confirmados que ofrece al momento de realizar la descarga, coincide con los revelados por el gobierno federal; sin embargo, las fechas en las que fueron confirmados varían.
Ejemplo de ello es que los días 9 y 16 de abril se confirmaron 3 mil 441 y 6 mil 297 casos respectivamente, durante la rueda de prensa. Posterior, luego de realizar ajustes, los datos descargables en la liga señalada muestran que para esas mismas fechas estos cambiaron a 5 mil 488 y 9 mil 665.
Análisis no cuadran
El día 16 de abril, López Gatell compartió la siguiente tabla sobre las estimaciones de contagios por COVID-19 mediante el Sistema Centinela:
Al procesar los datos sin embargo y compararlos no con las ruedas de prensa diarias sino con la base de datos descargable, el factor Gatell (8.22X) para estimar el total de contagios en el país, no aparece en ninguna semana.
Resalta que de ser ciertas las cifras que se proveen, los casos de contagios serían mucho menores a las estimadas (probablemente producto de ajustar las fechas de contagio al momento en que se realizaron las pruebas en lugar del momento en el que fueron confirmadas).
Aquí la tabla que muestra las diferencias:
Si bien la consecuencia podría interpretarse como menor, el hecho de que exista una sobreestimación de contagios podría aludir errores metodológicos que demostraran que los registros no se llevan a cabo de buena forma, lo que impediría que se tomaran con seriedad las mismas proyecciones sobre las estimaciones de contagios.
El investigador de la UNAM y Doctor en Matemática Arturo Erdely sugirió que el factor de estimación de contagios reales podría no ser de 8.22 veces sino de alrededor de 30 veces.
¿Cuáles son las consecuencias de subestimar o sobreestimar las cifras de contagios reales? no es que ello contribuya a que se registren menos muertes, por ejemplo, toda vez que por disposiciones de Salud, en caso de fallecer un individuo con cuadros que sugieren la presencia de enfermedad, son registrados como muertos por COVID-19 sin la necesidad de hacer exámenes, pues supone un riesgo para quienes realicen el estudio.
El problema sin embargo es que sin una estimación real de los contagios, no hay elementos para determinar de forma correcta la evolución de la propagación, por lo que podrían relajarse las políticas de contingencia antes de tiempo -o haberse tomado antes de tiempo-, pudiendo existir diversas repercusiones en la Salud y la Economía de la población.
