México fue uno de los 10 de países con mayor recepción de flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) en 2021 con 32 mil millones de dólares, 14 por ciento más que lo recibido en 2020, según estadísticas de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
México quedó en la novena posición por adelante de Alemania, que recibió 31 mil millones de dólares en IED durante 2021.
Estados Unidos fue el principal destino de Inversión Extranjera Directa (IED) a nivel mundial el año pasado con 382 mil millones de dólares, seguido de China, Canadá, Brasil y la India. El top 10 lo completaron Sudáfrica, Rusia, Suiza, México y Alemania.
México entró al top 10 mundial de IED recién en 2020, ya en la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), al escalar de la posición 14 en 2019 a la 9 un año después, repitiendo el lugar este 2021.
Estados Unidos también fue la mayor fuente de salidas de IED, que alcanzaron su punto máximo el año pasado con 434 mil millones de dólares, impulsadas por altos niveles de reinversión de ganancias. Le siguieron Alemania, Japón, China y el Reino Unido, con más de 100 mil millones de dólares.
¿La mala noticia? IED no regresa aún a nivel prepandemia
Pese a la recuperación en los flujos recibidos por México, estos aún no superaron los niveles de antes de la pandemia cuando se registraron 34 mil 411 millones de dólares de entrada de IED al país. En cambio, la tendencia global se recuperó a niveles de antes de la pandemia.
Luego de un año a la baja, los flujos mundiales de Inversión Extranjera Directa se recuperaron creciendo un 88 por ciento a mil 850 mil millones de dólares, 37 por ciento por encima de los niveles prepandemia. Sin embargo, el panorama sigue siendo incierto dado el contexto geopolítico actual, advirtió la OCDE.
’Si bien la nueva actividad de inversión fue generalmente sólida en 2021, las perspectivas para 2022 siguen siendo inciertas debido a la guerra que Rusia está librando en Ucrania. La inversión en nuevas instalaciones en las economías emergentes y en desarrollo sigue siendo débil’, explicó el organismo.
La fuerza impulsora del aumento de los flujos de IED se puede atribuir a un repunte significativo en las ganancias de la OCDE en IED, que alcanzaron su punto máximo en 2021. Menos de esas ganancias se distribuyeron a las empresas matrices, lo que resultó en niveles más altos de ganancias reinvertidas, lo que estimuló el repunte, explica la OCDE.
Las entradas de capital de IED de la OCDE también aumentaron 25 por ciento, superando los niveles previos a la pandemia en 4 por ciento y revirtiendo ligeramente la tendencia a la baja observada desde 2016.Leticia Hernández | EL FINANCIERO
