En mayo del presente año, el peso mexicano registró un mínimo histórico en siete año, luego de que cotizara en 17.43 unidades por dólar; el fortalecimiento del peso se debe en parte a la baja deuda del gobierno federal, de acuerdo con economistas.
Ignacio Ibarra, experto en economía del Tecnológico de Monterrey, señaló que la estabilidad del peso mexicano en el mercado cambiario se debe a dos factores fundamentales. El primero de ellos es la política monetaria acertada, que ha mantenido una tasa de interés atractiva para los inversionistas que buscan colocar su dinero en deuda mexicana. El segundo factor se debe a las diferentes vías de entrada de dólares al país latinoamericano, como las remesas, la exportación de petróleo y el turismo.
En este sentido, Ibarra explica que eventos importantes a nivel mundial, como la pandemia del coronavirus y la tensión entre Ucrania y Rusia, han generado un aumento en la demanda de petróleo, lo que contribuye a la entrada de divisas al país mexicano.
Asimismo, el turismo se convierte en una fuente importante de divisas, gracias a la llegada de visitantes principalmente de Estados Unidos, Argentina y Canadá, quienes cambian sus dólares a pesos mexicanos, lo que aumenta su valor en el mercado.
La economía mexicana se ha visto favorecida por diversos factores que han contribuido a su estabilidad en los últimos años. Uno de los más destacados son las remesas, las cuales representan un porcentaje significativo del PIB del país. Según el economista de la UNAM, Antonio Ibarra, estas transferencias económicas hechas por trabajadores mexicanos en Estados Unidos son determinantes en la economía nacional.
Además de las remesas, hay otros elementos que ayudan a mantener el equilibrio. La balanza comercial favorable es una de ellas, mientras que el crecimiento continuo de las reservas del Banco de México hasta 2015 y su posterior incremento, son en conjunto un factor clave en la estabilidad del peso mexicano. En general, se puede afirmar que la economía mexicana se apoya en diversas fuentes que le permiten tener un panorama estable.
Antonio Ibarra, economista de la Universidad Nacional Autónoma de México, destacó la relevancia de las remesas para la economía del país, que actualmente representan un 4.5% del PIB. El profesor titular de Historia Económica señala a los trabajadores mexicanos en Estados Unidos como una fuerza productiva que aporta un saldo líquido altamente favorable a la economía de México. Además, a parte de las remesas, otros elementos como la balanza comercial favorable y el movimiento de las reservas también contribuyen a la estabilidad del peso mexicano. Las reservas del Banco de México crecieron de manera continua desde el año 2000 hasta 2015, alcanzando los 200 mil millones de dólares, según la opinión del experto de la UNAM, y a pesar de haber sufrido una retracción, se han recuperado con éxito en la actualidad.
Antonio Ibarra resalta que, durante la Administración de Andrés Manuel López Obrador, México ha evitado contratar nuevos créditos. Al no contraer deudas, el riesgo financiero del país se ha reducido significativamente, lo que es crucial teniendo en cuenta la fuerte dependencia de México en cuanto a financiamiento externo. La postura del Gobierno actual ha sido la de llevar a cabo una política fiscal más conservadora, evitando gastos excesivos que comprometan la estabilidad económica del país y buscando alternativas para su financiamiento sin tener que recurrir al crédito.
El experto de la UNAM menciona que el Gobierno ha adoptado una actitud cauta en cuanto al gasto público, el cual se ha centrado exclusivamente en proyectos de gran escala como el Tren Maya y la refinería Dos Bocas. Asimismo, se ha visto un notable impulso en la demanda en zonas del país que se encontraban previamente deprimidas, especialmente en el sur de México. De esta forma, se pretende reactivar la economía en estas áreas y equilibrar la distribución de recursos en todo el país.
’A diferencia de países como Argentina, Venezuela, Ecuador o Brasil, en México, existe una estabilidad institucional y credibilidad del Banco Central. Esto genera certeza en la conducción del combate a la inflación, pero, además, en la estabilidad de la moneda. El Gobierno ha privilegiado mantener la autonomía del Banco Central, lo cual es saludable para la economía’, indicó Ignacio Ibarra, del Tecnológico de Monterrey.
Carlos Serrano, economista jefe del banco BBVA para México y Estados Unidos, aseguró que, aunque el aumento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos provocó una crisis en México en los años 90, el peso mexicano ha tenido un buen comportamiento frente a otras monedas de países emergentes durante el actual ciclo de subida de tasas.
En una entrevista con DW, el experto explicó que, a diferencia de otros países, México no ha implementado políticas expansivas de gasto tras la pandemia, lo que le ha dado una posición fiscal más sólida y con menos vulnerabilidades. Asimismo, no posee desequilibrios externos significativos y se espera que el déficit de cuenta corriente sea del uno por ciento del PIB, lo que no generaría problemas de financiamiento.
Por último, el diferencial de tasas con respecto a Estados Unidos y otros países emergentes ha sido un factor positivo para la estabilidad del peso mexicano, ya que actualmente se encuentra 150 puntos básicos por encima del promedio de los 15 años anteriores a la pandemia.Deutsche Welle