A iniciativa de diputados de Morena, el Congreso del Estado de Hidalgo aprobó cambios a la Ley de Notariado del Estado con la intención de atar las manos a los gobernantes y que pare la entrega de patentes notariales para sus allegados, toda vez que cada una de las notarías entregadas hasta la fecha habría obedecido al pago de un favor político.
El último escándalo respecto las notarías se dio a la salida del exgobernador Francisco Olvera Ruiz, quien otorgó a sus cuates y cercanos 16 patentes notariales, a su gusto y sin concurso, con la intención de que tengan su vida ’resuelta’ al terminar su administración. Él mismo es fedatario público a través de una Correduría Pública.
Dentro de las modificaciones se establece que cuando una notaría estuviere vacante o se resolviere crear una o más, el Poder Ejecutivo publique convocatorias para que los aspirantes al ejercicio del notariado presenten el examen de oposición correspondiente,
’Dicha convocatoria será publicada por una sola vez en el Periódico Oficial del Estado y por dos veces consecutivas con intervalos de tres días en uno de los periódicos de mayor circulación en el Estado, atendiendo con ello a los principios jurídicos de máxima publicidad y de transparencia.
La ley sin embargo, quedó incompleta.
Y es que el ejecutivo local podrá proponer el nombramiento del Notario Adscrito, previa la satisfacción de los requisitos que se señalan en el Artículo 24 de la Ley en cita.
Tampoco se propuso la evaluación de los notarios existentes mediante un nuevo proceso que certificara que efectivamente son aptos para ser fedatarios públicos y se sometieran a concurso.
Pero además, la actual Ley es transgredida, toda vez que si bien precisa una población mínima de 35 mil habitantes por cada distrito judicial donde se otorga una notaría, el espíritu de la misma es que sea esa la población mínima que requiera de los servicios por cada patente notarial.
Es así que de acuerdo con la población que tiene Hidalgo según datos del censo de población del Inegi, no deberían existir más de 86 notarios públicos en la entidad y sin embargo esta cifra se eleva a 114, teniendo una tasa de 36.98 notarios por cada millón de habitantes, teniendo una mayor densidad que la media nacional.