Hace tiempo un personaje reconocido en nuestro querido país, hizo mención de algo que en lo que a mí respecta puede ser un insulto o un halago dependiendo de la perspectiva personal. En concreto lo que realmente es ofensa es que se denigre la profesión de enfermería y que se catalogue como una carrera que no tiene algún tipo de validez profesional y que se les denomine como simples artesanos.
Ahora bien, ¿quiénes son los artesanos?, los artesanos son personas que realizan artesanías valga la redundancia, mediante el uso de diversas herramientas que les permiten moldear y dar forma al objeto que se desea crear y suele ser parte del folklore de su lugar de origen, llegando a tener un valor meramente estético. Por lo general se realizan de barro, metales, cerámica, madera, tejidos y otros materiales en los cuales pueden crear este bello arte. Por consiguiente hay que preguntarse, ¿Quiénes son las enfermeras o enfermeros?, sin usar algún tipo de definición etimológica básicamente podemos decir que los y las enfermeros son personas que estudian alrededor de unos 4 a 5 años como máximo, dependiendo de la institución, se preparan con el fin de asistir o atender a personas enfermas, una definición sencilla de mi parte. ¿Hay diferencia en lo antes mencionado?
Sí y No.
Si porque claramente las y los enfermeros no usan sus manos para crear algún jarrón a través del barro con sus manos, y no porque estos profesionistas usan sus manos, conocimiento y su experiencia para atender a la persona enferma. Es verdad que hoy en día la educación en general tiene un deterioro y la carrera de enfermería no se salva de ello. Desde enfermeras y enfermeros del IMSS que no atienden a los pacientes porque prefieren comer o celebrar algún festejo, o que se niegan atender a personas al no tener seguro social (burocracia), pero supongo que es parte de la indisciplina de las personas, es decir, no todas lo hacen, pero es fácil ver lo malo y desatarlo de tal manera que exageramos y tengamos en mal a las enfermeras y enfermeros solo porque alguien lo hizo mal, sin embargo cuando alguien hace algo bien, pasa desapercibido, ¿nos gustará hacer viral lo malo porque llama más la atención?, las razones sobran porque todos tenemos pensamientos e ideas diferentes.
Aunado a lo anterior, refiriéndome a la educación, siempre escucho comentarios de gente que dice que se va a estudiar enfermería porque es una carrera fácil, porque evade las matemáticas o es lo que hay porque sale más barata, y eso me hace preguntar, ¿realmente es la baja educación que hay en México o es la pobre mentalidad con la cual vamos creciendo y desarrollándonos? Y más allá de culpar a terceros como al gobierno, los padres, a la pobreza material, las adicciones o lo que sea, no es más que la pobre mentalidad con la que crecemos. ¿Por qué afirmo esto?, porque conozco personas que estudian enfermería por amor a la profesión, y no porque huyeron a las matemáticas o porque es fácil, claro que no, ellas saben que no es nada fácil, aprenderse nombres raros de medicinas, los huesos del cuerpo y partes del cuerpo, el RCP (Reanimación Cardio Pulmonar), e interpretar la letra ilegible de los médicos, no es fácil, y se pueden decir muchas cosas. Pongo de ejemplo a personas con las que convivo más y que adquirieron sus conocimientos y experiencias en instituciones que probablemente no cuentan con una tecnología de avanzada, que probablemente ven morir a más gente de lo que uno podría soportar, que conviven con la muerte y la enfermedad, que prestan sus hombros a quienes desean llorar, que tuvieron que volverse fuertes para no sentir tristeza cada vez que ven partir a alguien con el que condescendieron un tiempo. Entonces me atrevo a decir que si son artesanas, porque con sus manos vendan, curan y ayudan a tratar al paciente en ocasiones con una enfermedad curable, y si no lo es, los acompañan hasta su triste final. Las enfermeras y enfermeros son artesanos profesionales de la salud que día con día ponen un poco de su corazón en cada paciente que entra y sale del proceso salud-enfermedad, ya sea de pie, en silla de ruedas o en un féretro, no importa como salga, ellos y ellas están ahí.
