Tras la eliminación de la Selección Mexicana de fútbol de la Copa América celebrada en los Estados Unidos, las redes se han llenado de críticas e inconformidades de todo tipo por su desempeño, llamando la atención entre todas ellas un planteamiento ’activo’ por parte del aficionado para que mediante un boicot, se presione para la reestructuración de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF).
El llamado incluye solamente 2 puntos.
El primero de es dejar de ver sus partidos mientras el segundo es el de dejar de consumir productos y servicios de sus patrocinadores para que de esta forma se presione y retiren las inversiones que solventan a la Federación Mexicana de Fútbol (FMF).
Cabe señalar que en países cuyos combinados son potencias futbolísticas, si bien se mueven cantidades importantes de dinero, no es sólo para enriquecer a unos cuantos.
En España por ejemplo, los mismos aficionados son socios de los clubes y hasta pueden exigir la remoción del presidente del Club; en Argentina, campeona del mundo, no están de acuerdo con el modelo privatizador -ganancias para los inversionistas-, razón por la que corrieron a Andrés Fassi y al Grupo Pachuca de dichas tierras.
Entre los patrocinadores oficiales están Adidas, Banorte, AT%T, Coca Cola, Caliente, Corona (Grupo Modelo), Lala, Visa, Scribe, Metlife, Viva Aerobús, Grisi, Sabritas, Izzi, Little Caesar’s, G500 y Be Go.
Como proveedores oficiales mencionan a Volvo, Incode, Nevada Tours, ADO y EA Sports.
Los directivos de la FMF son señalados como los responsables del deterioro de la Liga Mx, misma que no cuenta con ascenso ni descenso, no participa en torneos competitivos de Conmebol, no promueve la inclusión plena de cuadros juveniles, permite demasiados extranjeros en las plantillas, permite la multipropiedad, tolera la simulación de jugosos contratos -probable lavado de dinero-, además de ser la Federación un monopolio donde las facilidades son dadas a jugadores con contactos o recursos para debutar en lugar de promover a los mejores, entre otros muchos señalamientos.
Las propuestas de boicot se extienden a no asistir a ningún partido de La Liga ni a consumir ninguno de sus productos, especialmente playeras.