Mientras el PRIAN se viste de rosa para convocar a supuestas ’marchas ciudadanas’ y así no cargar el estigma que persigue a los partidos que conforman su alianza electoral, tras bambalinas, lejos de la mirada de curiosos, inscriben como plurinominales a muchos de sus perfiles más cuestionables, todo ello para gozar de impunidad¬¬ ante la nueva administración morenista, misma que se encuentra a poco de cumplir su objetivo de mayoría calificada en el Congreso según las preferencias ciudadanas al día de hoy.
Y es que como la aspiración de la derecha en los próximos comicios no es la victoria, sino una derrota no tan holgada, los primeros lugares que ocuparán las posiciones de representación proporcional, para no arriesgarse, corresponderán a los líderes de los partidos, seguido de aquellos que temen pisar la cárcel.
Hace tiempo que Rubén Moreira controla el PRI nacional, siendo el verdadero responsable de su declive; pese a ello, tanto él como Alejandro Moreno y Carolina Viggiano, su grupo de mayor confianza, está más que apuntado para recibir su fuero constitucional. En el caso de Alito, aún se le investiga por la fiscalía de Campeche por presunto enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.
Y el PAN propone otros tres impresentables que siguen siendo investigados por la justicia al día de hoy: Jorge Romero, del Cártel Inmobiliario, García Cabeza de Vaca, investigado por sus presuntos nexos con el narco, así como Ricardo Anaya, quien ni siquiera radica en México luego de que se le investigara por enriquecimiento ilícito.