Manuel de Jesús Rivera Fernández, quien fuera alcalde de San Felipe Orizatlán (Hgo.) bajo las siglas del PRI entre 2012 y 2016 -y ahora en búsqueda de una nueva postulación-, ostenta dos concesiones para la explotación del agua en el municipio aledaño de San Martín Chalchicuautla (S.L.P.), mismos que en conjunto le otorgan más de 1 millón de metros cúbicos del vital líquido al año, lo que lo convierten en el cacique del agua más beneficiado por la Conagua en dicha demarcación.
El 1 millón 062 mil metros cúbicos de agua que Manuel Rivera tiene en concesión (09SLP157167/26AADL18 y 09SLP154126/26AADL14) solamente se ven rebasados por el 1 millón 167 mil que tiene la presidencia municipal (mediante 61 concesiones) y por los hermanos José Luis y Sergio Antonio Vargas del Ángel, quienes en su conjunto tienen un permiso por 1 millón 117 mil metros cúbicos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS-ONU), una persona necesita alrededor de 100 litros de agua para su consumo en una vida diaria digna, lo que nos deja con 36.5 metros cúbicos anuales. Lo anterior quiere decir que el agua que recibe una sola persona (Manuel Rivera) para fines agrícolas equivale a la que requerirían 29.1 mil personas, es decir, el 75.6% de los habitantes de San Felipe Orizatlán o bien, 1.58 veces el total de los pobladores de San Martín Chalchicuautla.
LAS ONEROSAS CONCESIONES PARA SU FINCA
Foliada con el numeral 09SLP157167/26AADL18 Manuel Rivera recibió una concesión el 28 de enero de 2019 para explotar 600 mil cúbicos de agua, amparando una superficie de 14 mil 630 metros de caudal del Río San Pedro que pasa por la comunidad de El Sacrificio.
La otra concesión es la foliada con el numeral 09SLP154126/26AADL14, registrada el 25 de junio de 2014, de la que Manuel Rivera explota otros 462 mil metros cúbicos del mismo cuerpo acuífero pero ya en el Ejido Domingo.
Entre una y otra de las concesiones existen apenas unos cientos de metros (ubicada la primera al norte y la segunda al sur) y ambas están ubicadas en el caudal del Río San Pedro.
Ambas concesiones surten una suntuosa finca conocida como La Morita y/o La Palma, alrededor de la cual hay diversos acres para el cultivo.
LA ESCASEZ DEL AGUA
Aunque la huasteca no es una zona donde exista escasez de agua, la falta de infraestructura ha provocado que esta no llegue a los pobladores. De hecho, después de haber sido alcalde Manuel Rivera de San Felipe Orizatlán, la Auditoría Superior del Estado le hizo diversos señalamientos por la falta de comprobación de obras.
Más intrigante es que en la entidad vecina (S.L.P.) los diputados se han planteado exhortar al Gobierno de Hidalgo para que haga uso de sus plantas tratadoras, pues las aguas que vienen de San Felipe Orizatlán, que luego terminan en cuerpos acuíferos mayores, no son tratadas, pese a existir 24 plantas para esa finalidad en dicho municipio hidalguense.
Para 2020 la Conagua reconocía que sólo una de las 24 plantas tratadoras se encontraba en operación y para un caudal de apenas 12 litros por segundo (3 veces menor al agua concesionada para Manuel Rivera en Chalchicuautla); y la actual administración municipal del ayuntamiento potosino ha señalado que ya ni siquiera esa funciona.
Y es que si bien la falta de tratamiento de aguas en San Felipe Orizatlán perjudica también a la población de Chalchicuautla -y zonas aledañas-, resulta más que curioso que aquella agua sea más prolífera para las actividades agrícolas, que son para las cuales Manuel Rivera goza de sus concesiones en la Conagua para surtir a la finca La Morita.
CONTRATOS AL AMPARO DEL PODER
Aunque en diversas ocasiones ha manifestado que se trata de un empresario próspero y que prácticamente toda su vida ha estado en la iniciativa privada, lo cierto es que la bonanza para Arrendamientos y Construcciones MR, empresa de su propiedad, llegó después de haber sido electo como representante popular, al menos en materia de obra pública.
Porque su condición como exalcalde no sólo le habría valido para hacerse de onerosas concesiones por parte de la Conagua sino que también, le han hecho figurar como contratista. Y es que son al menos 11.6 millones de pesos los que Manuel Rivera ha obtenido en contratos de obra pública, mismos que también llegaron durante y después de haber sido alcalde -pese a representar ello un claro conflicto de interés-.
Mientras encabezaba el ayuntamiento de San Felipe Orizatlán por ejemplo, no sólo recibió de Conagua la concesión para explotar 462 mil metros cúbicos de agua en 2014 sino que también, mediante el contrato IO-006AYB015-N15-2015 233-2401-15 obtuvo 9 millones 869 mil 017.96 pesos para la rehabilitación de la Casa del Niño en Chachicuautla por parte de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), entidad que en ese momento estaba encabezada por la también hidalguense Carolina Viggiano.
Fue en 2021 que ya como exalcalde el municipio de San Felipe Orizatlán le otorgó los contratos MSFO-2021-FAISM-AD-93, MSFO-2021-FAISM-AD-114 y MSFO-2021-FAISM-AD-138 por 791 mil 679.57, 509 mil 848.42 y 512,176.37 pesos, respectivamente, para pavimentación de calles y la construcción de letrinas.
OTROS ESCÁNDALOS
La cereza en el pastel para Manuel Rivera es que existen serias dudas sobre otro tipo de actividades. En 2020 por ejemplo, se hizo viral un video en el que su hijo mayor, durante una fiesta, comenzó a disparar al aire con armas de alto calibre. Recientemente otro de esos videos, le muestra con el mismo tipo de armas en un sillón para posteriormente, presumir fajos de dinero mientras viaja en una camioneta con un acompañante.
