Vuelve a levantarse el pueblo peruano contra la derecha golpista y toman Lima


Pobladores de distintas regiones del país se manifestaron en la plaza San Martín, realizando un movilización pacífica hasta el momento en que la policía arremetió en su contra con el fin de dispersarlos

Vuelve a levantarse el pueblo peruano contra la derecha golpista y toman Lima


Política
Enero 25, 2023 16:35 hrs.
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Redacción › Emmanuel Ameth Noticias

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El pasado martes en la capital de Perú, miles de manifestantes, cansados del gobierno de derecha golpista, se reunieron para exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte para adelantar las elecciones para este año así como realizar el cierre del Congreso.

Pobladores de distintas regiones del país se manifestaron en la plaza San Martín, realizando un movilización pacífica hasta el momento en que la policía arremetió en su contra con el fin de dispersarlos.

En respuesta a lo anterior, los manifestantes lanzaron piedras, palos y diversos objetos que tuvieron a su alcance mientras que otros manifestantes, que se encontraban al frente de la marcha, se protegían con escudos caseros de madera intentando detener el avance de la policía.

Las bombas lacrimógenas cubrieron el lugar de humo, de acuerdo con medios nacionales, la policía disparaba perdigones de manera constante. En medio del enfrentamiento se presenció un gran incendio que, por causas que aún están siendo investigadas, ha destruido un edificio en las cercanías a la plaza San Martín, en una zona considerada patrimonio histórico de la humanidad desde 1991.



“Dina, asesina, mataste a nuestros hijos”, gritaba la multitud mientras arreciaba la represión. “La sangre derramada, jamás será olvidada”, era otra consigna que sonaba fuerte. “Somos campesinas, no terroristas”, coreaba un grupo de mujeres vestidas con coloridas y anchas faldas andinas. Poco más allá, un grupo de jóvenes las siguió: “Somos estudiantes, no terroristas”. Era la respuesta al gobierno, a la derecha y a los medios, que los acusan de terroristas. “Amigo, estudia, no seas policía”, se coreaba frente a los efectivos policiales. “Métele un balazo”, se escuchó gritar a un policía. “Asesinos, asesinos” respondía la gente, entre gases y ruidos de los disparos de perdigones. La exigencia de renuncia de la presidenta no cesaba. Fue el sexto día de protestas consecutivas en Lima. Una vez más, la respuesta del gobierno fue la represión.

Ante la serie de protestas que se llevan a cabo alrededor del país, el aeropuerto de Cusco suspendió sus actividades y la entrada de turistas a la Ciudadela de Machu Picchu y a la Red del Camino del Inca.

La Dirección Desconcentrada de Cultura a y la Dirección del Santuario Histórico de Machu Picchu dijeron en un comunicado este viernes que los turistas que tengan un boleto para el 21 de enero o más tarde pueden reclamar un reembolso hasta un mes después de finalizadas las protestas.

Desde hace semanas se mantienen bloqueos en distintas carreteras: hay más de 70 piquetes en diez regiones del país. En ciertas regiones ya hay problemas de abastecimiento de alimentos y combustible.

Horas antes de que comenzara la movilización en Lima y se desatara la represión, Boluarte pidió una tregua a quienes protestan. Lo hizo en declaraciones a la prensa extranjera. Pero ella misma dinamitó un acercamiento llamándolos “violentistas” y “radicales”, y los acusó, sin evidencias, de estar financiados por “el narcotráfico, la minería ilegal y el contrabando, para generar caos, zozobra y anarquía para que aprovechen esas economías ilegales para hacer sus actividades ilícitas sin control”.

Con lo anterior, de acuerdo con medios nacionales, buscó justificar la represión que ha dejado 46 muertos por disparos de policías y militares. El total de fallecidos desde que comenzaron las protestas en diciembre son 56, incluyendo un policía.

Ante las evidencias que comprometen en su gobierno con una brutal represión, la presidenta ensayó una explicación que volvió a revelar la facilidad con la que el gobierno lanza acusaciones sin sustento. Acusó a los manifestantes de haber sido ellos los que han causado las muertes disparando “balas que han ingresado desde Bolivia”. No hay una sola evidencia de la existencia de esas supuestas balas bolivianas; lo anterior pese a que aseguraron medios extranjeros que tenían videos que la desmentían.

Valentina Churqui, campesina, llegó a Lima desde Puno para sumarse a las protestas. “Estoy aquí porque policías han matado a mis hijos, a mis nietos, por eso los puneños estamos aquí en la lucha en Lima. Hay muertos que han sido desparecidos, hay más muertos de los que dicen”, le señaló a Página/12 con notoria emoción. Aseguró que no depondrán las protestas hasta que renuncie Boluarte. “Ella dice que somos campesinos ignorantes, no somos ignorantes, ella es ignorante, no entiende por lo que nosotros luchamos. Qué vamos a dialogar si ella no nos valora. Queremos respeto, reconocimiento a nuestro trabajo. Si nos van a matar, que nos maten a todos, no tenemos miedo”.

Las manifestaciones del martes se llevaron a cabo luego de que el pasado sábado decenas de policías ingresaran a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos ocupando una tanqueta para derribar la reja de las instalaciones.

En las instalaciones de la universidad detuvieron a 193 personas, entre ellos adultos mayores, mujeres y campesinos, a quienes les obligaron mantenerse recostados boca abajo en el piso. También detuvieron a estudiantes, una mujer embarazada y una madre con su hija de 8 años que se encontraban en los pasillos de la universidad.

Al interior de la universidad que había sido tomada el pasado 18 de enero para albergar a las diferentes delegaciones regionales que llegaron a Lima para protestar contra el gobierno– se encontraban también estudiantes, una mujer embarazada y una madre con su hija de 8 años. La policía detuvo a todos.



Los abogados de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos denunciaron que la policía impidió el ingreso de abogados defensores.

Dos horas después de la intervención policial, a las 11.35 a.m., el Ministerio Público emitió un comunicado en el que informó que recién en ese momento los fiscales de prevención del delito estaban acudiendo a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos para verificar la legalidad de la actuación policial.

Unas horas después se confirmó que fueron 193 las personas intervenidas, 102 fueron llevados a la sede de la Dirección de investigación criminal (Dirincri), en la avenida España, y 91 a la sede de la Prefectura de Lima, sede de la Dircote. Los cargos que acusan a los detenidos es usurpación (por pernoctar estos días en la universidad) y daños.

En un comunicado público, las autoridades de San Marcos informaron que la noche del 20 de enero, un grupo de personas "sustrajeron equipos de seguridad y chalecos de los miembros de seguridad, golpeándolos y botándolos de la ciudad universitaria”. Precisaron que estos hechos fueron denunciados en la comisaría local.

Por la tarde, decenas de manifestantes llegaron a los alrededores de la avenida España, para pedir la liberación de los estudiantes y demás detenidos en la universidad San Marcos.

Pero, solo más de 24 horas después, 192 de los 193 detenidos en la sedes de la Dirincri y la Prefectura fueron liberados. La noche del domingo, en un comunicado público, el Ministerio Público informó su liberación.Con información de CNN | EJE CENTRAL | INFOBAE

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