La Hoguera
Emmanuel Ameth
El día de ayer, el Diario Criterio Hidalgo reveló que alrededor de 1,200 unidades de taxi, equivalentes al 40% de la Federación de Unión de Trabajadores del Volante del Estado de Hidalgo (FUTVEH), dejaron de operar a partir de esta semana derivado de los problemas de abasto de gasolina que ha padecido la entidad dada la cruzada contra el Huachicol.
Si bien las declaraciones de su presidente Pedro Solares Cuevas son alarmistas, no tienen por qué ser falsas aunque en redes sociales hayan tundido a los trabajadores del volante.
Pero si son ciertas, el asunto de hecho se torna preocupante.
Porque fue precisamente este lunes en el cual, tras días de largas filas y de apreciar la mayor parte de las gasolineras cerradas, comenzó a regularizarse el abasto, reduciendo en gran medida las incomodidades para cargar el combustible.
Si las gasolinerías dan preferencia al transporte público -y a los funcionarios de gobierno- por sobre los demás usuarios y el abasto de combustible presentó notables mejorías precisamente este lunes ¿por qué habría de parar hasta el 40% de la flotilla de taxis? ¿será acaso que aunque el problema logístico ve la luz en cuanto a la gasolina legítimamente adquirida con Pemex en el caso del combustible ilegal (huachicol) el panorama es negro?
Las declaraciones del dirigente se prestan a muchas suspicacias luego de que, se sabe, los trabajadores al volante no son los dueños de las concesiones que operan, sino meros operadores de las unidades que como pagos políticos, favores, o meros actos de enriquecimiento (ilícito), se concentran en muy pocas manos.