A poco más de tres años de haber iniciado la pandemia de Covid-19 en México, el mercado laboral mexicano superó ya todas las secuelas del fuerte contagio y las recaídas que vivió. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), los principales indicadores ya se afianzaron por arriba de lo observado antes de la pandemia, varios de ellos en niveles históricos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la tasa de participación laboral en marzo de este año fue del 60.5% de la población en edad de trabajar, lo que representa un aumento del 0.7% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Además, la población ocupada actualmente alcanza los 59 millones de personas, lo que significa un aumento de 3.5 millones en comparación con antes de la pandemia.
En cuanto al desempleo abierto, se ha reducido a 1.4 millones de personas, lo que representa una disminución de 214,942 en comparación con hace tres años. Esto ha permitido que la tasa de desocupación se reduzca del 2.9% al 2.4%, alcanzando un nuevo mínimo histórico.
En resumen, la economía mexicana se ha recuperado gradualmente de la pandemia de Covid-19 y el mercado laboral ha mostrado una clara mejoría en los principales indicadores.
Según el análisis de Marcos Daniel Arias Novelo de Monex, las últimas estadísticas laborales proporcionadas por el Inegi muestran los mejores niveles en la historia económica reciente de México. La tasa de desempleo del 2.4% no es solo un mínimo histórico en el país, sino que también es la más baja entre los países miembros del G20, lo cual es un hecho sin precedentes. En general, este panorama laboral es alentador y muestra una mejoría significativa en la economía mexicana.
’La fortaleza del mercado laboral es evidente y la inercia vertical que tuvo su origen en el rebote tras los confinamientos causados por el Covid-19 ha permanecido prácticamente intacta. En perspectiva, buena parte de la explicación se relaciona a lo visto con otras variables macroeconómicas’, afirmó.
Otros indicadores muestran que la tasa de subocupación ha experimentado una caída significativa, pasando de un 9% en marzo de 2020 a un 6.8% tres años después. Estos avances indican que aunque aún existe margen de mejora, se está avanzando en la construcción de un mercado laboral más sostenible y justo.
El indicador positivo de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) es que en el último año, 2 millones de personas se han sumado a la población ocupada en el renglón de subordinados.
Es importante mencionar que del total de los nuevos empleos, el 93% de ellos cuenta con prestaciones laborales.
Aunque es cierto que el personal que no tiene garantizadas prestaciones tuvo un ligero crecimiento de 38,000 en comparación con marzo del 2020, la mayoría de los nuevos empleos cuentan con prestaciones lo que es una buena noticia para los trabajadores.
Del total de empleos creados en el último año, el 53% han sido formales, con lo que la tasa de informalidad laboral se ubica actualmente en 55%, una cifra 0.5 puntos porcentuales menor al nivel reportado antes de la emergencia sanitaria.
Esto muestra que a pesar de la crisis económica causada por la pandemia, se han generado empleos con buenas condiciones laborales y se ha logrado cumplir uno de los objetivos del gobierno de México de incentivar la creación de empleo formal.Con información de EL ECONOMISTA
