El crecimiento del huachicol en el país no sólo obedece a la corrupción y al contubernio para haberse incrementado; también destaca la incompetencia de las autoridades. Es el caso de Hidalgo, donde para reconocer a los fallecidos en la tragedia de Tlahuelilpan se tomaron muestras de ADN ¡de las cónyuges de los finados! siendo obligados a tomar nuevas muestras a la vez que la estrategia del gobernador para combatir el problema, ante la falta de una mejor idea, es simplemente negarlo…
Tal como revelara La Jornada, decenas de pruebas de ADN de familiares que buscan a sus desaparecidos tras la explosión de Tlahuelilpan el pasado 18 de enero, tendrán que ser repetidas: la Procuraduría estatal de Hidalgo (PGJH) tomó muestras de cónyuges y no de familiares directos.
Luego de 12 días, con decenas de cuerpos sin identificar y familiares buscando a los suyos en cada hospital y lista de la PGJH, el procurador estatal, Raúl González, reconoció que hay un “ligero” error con la toma de muestras de ADN que se han realizado desde el primer día: en vez de hacerlas de parientes consanguíneos, como hijos, padres o hermanos, se han hecho de esposos, parejas y cónyuges.
Desde hace días, cuando se anunció que la identificación de las víctimas podría tomar hasta seis meses, no se consideró el error garrafal de la Procuraduría. González justificó la pifia diciendo que en ocasiones los familiares “sólo dieron una muestra”.
Ni la Fiscalía General de la República ni ninguna otra dependencia federal puede procesar la identificación de los cuerpos, pues le corresponde jurisdiccionalmente a la PGJH. La investigación de las causas de la explosión sí es una investigación federal.
El procurador de Justicia de Hidalgo, Raúl Arroyo González expuso posteriormente que la toma de muestras a esposas o concubinas fue para complementar los expedientes de los 68 cuerpos hallados para tratar de recular, pero la pifia ya había sido cometida.
Bien dice el dicho que dios los hace y ellos se juntan… por lo menos así sucedió en el Poder Ejecutivo hidalguense. Hidalgo actualmente es el primer lugar en tomas clandestinas del país según Pemex; según la PGR, desde 2016 no se les ha presentado ningún detenido y Omar Fayad Meneses, gobernador de Hidalgo, en su etapa como senador impulsó modificaciones a la Ley, junto con León Trauwitz -exescolta de EPN-, para aminorar los impactos del delito de huachicoleo hacia quienes los cometen.
Su estrategia es la de negar que Hidalgo es huachicolero y así lo mandó a difundir en diversos medios de comunicación locales y nacionales con los que tienen convenio.
Lo anterior pese a que la misma presidenta nacional de PRI así como su “amigo” el senador Miguel Ángel Osorio Chong, han reiterado que urge que les explique AMLO la estrategia para combatir el huachicol en la país, pues a su punto de vista, hay información incompleta.
¿Qué opinarán de que Fayad Meneses tenga por “estrategia” la de negar los hechos en lugar de actuar como su cargo le confiere?
