El Centro de Readaptación Social (Cereso) de Pachuca está sometido a una mafia; solo que no se tata de ninguna agrupación de los reos que allí cumplen su condena, sino de las propias autoridades que permiten se lucre hasta con el agua que se bebe al interior de los mismos, para lo cual piden ’moches’ a los internos y amenazan con traslados a zonas alejadas para quienes se quejen.
A las cuotas para ’evitar su traslado’ a centros lejanos donde no podrían ser visitados por sus familiares, a la restricción de todo tipo de alimentos que no se compre en la tienda del centro y a las cuotas que se cobran por acceder a agua para bañarse o por dormir en una celda, se les han sumado nuevos cobros.
En esta ocasión, las autoridades del Cereso Pachuca designaron como responsable del cuidado de la Galera 9 a un interno recién llegado por balear a dos policías. Al parecer, le cobraron una cuota de 25 mil pesos para darle dicha ’responsabilidad’, misma que recupera en pocas semanas con una serie de cuotas que les son cobradas a los internos que viven allí.
Por lo anterior, dirigieron un escrito a las autoridades para que pongan atención en todo lo que sucede al interior del centro, toda vez que las transas y corruptelas que se presentan rebasan incluso el grado de perversidad que muchos de los internos podrían tener.
Ese tipo de situaciones por ejemplo, provocó que la empresa Carnival dejara de operar con el Cereso Pachuca, aseguran.