El ocaso ha llegado para la Sosa Nostra. Tras enquistarse en Morena y tener una época de bonanza en la que se convirtió en el segundo grupo de mayor influencia dentro de los guindas en la entidad, ya no gozarán de los espacios que hoy tienen como cuota y encima no son del agrado ni de Claudia Sheinbaum, virtual candidata a la presidencia de la República con alrededor de 30 puntos de ventaja sobre su más cercana competidora, ni de Julio Menchaca, a quien traicionaron en la más reciente elección de consejeros.
Y es que la sociedad se ha hartado de las prácticas caciquiles: apenas un año después de que los votantes corrieran al PRI de Hidalgo a patadas, ahora los jóvenes de las principales universidades de la entidad urgen de cambiar las administraciones universitarias. Por si no fuera poco el contexto anterior, la gota que derramó el vaso fue precisamente que la autónoma del estado usara a porros para agredir estudiantes de manera premeditada.
De por sí la Sosa Nostra se ha ido reagrupando en el PT ante el rechazo que genera en Morena en general, ahora la acción de la justicia vuelve a estar en cancha de Santiago Nieto, quien con la investigación de las agresiones sucedidas el 19S podría vincular a por lo menos el rector y los líderes sindicales docente y administrativo, desarticulando la organización porril que se apoderó de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) hace 4 décadas.
Las aprehensiones de los exrectores para hacer compañía a Gerardo Sosa, también por los delitos de evasión, triangulación y lavado, son otra de las vertientes con las que se puede desactivar el Grupo Universidad.
Y es que subieron un ladrillo y se marearon.
Cuando mejor posicionados en el poder creyeron que estaban, fue un gobierno morenista el que finalmente llevó a la cárcel a su líder moral; mediante estrategias legales, Sosa Castelán apenas si pudo conseguir que la privación de su libertad se diera de forma domiciliaria.
Cuando creyeron que le podían competir al gobernador la dirigencia estatal de Morena, terminaron perdiendo y siendo exhibidos como traidores. Los guindas andan en busca de pretexto alguno en la arena política para expulsarlos del partido uno a uno, replegándolos al PT que tampoco vive uno de sus mejores momentos con la reciente detención de un diputado acusado de narcomenudeo y que era una pieza clave para la Sosa Nostra.
Es así que Julio puede intervenir como quiera ante la Sosa Nostra luego de haber sido traicionado por ellos y Claudia nunca les ha debido nada ni han sido d su agrado. Y aunque no son los primeros enemigos de los que se hace el Grupo Universidad, nunca antes se había enemistado con el gobernador en turno y con la próxima presidenta de la República, lo que no será una losa fácil de cargar.
