Todos los partidos que hayan obtenido al menos 3% de votaciones pueden alcanzar una diputación plurinominal para dar voz a la minoría que representan; siempre y cuando, no cuenten con representación, pues de haber conseguido algún triunfo, las plurinominales no son la vía para conseguir una sobrerrepresentación, pues las instituciones perjudicarían al resto de las fuerzas políticas que sí tuvieron más sufragios con tal de beneficiar a unos cuántos.
Palabras más, palabras menos, lo anterior es el criterio que siguió el Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH) para asignar a los diputados plurinominales, mismo que fue ratificado por el tribunal local (TRIEEH) y que ahora se encuentra en espera de ser avalado por los especialistas en la materia que hay en la sala regional de Toluca, lo que además dejaría un precedente al resto del país.
Esto porque la reforma política que dio voz a las minorías tenía la intención de que no se quedaran sin voz ni representación; sin embargo, el criterio se ha deformado a tal grado que lo que se busca es quién viva de esos espacios, mismos cuyos principales beneficiarios por lo general ni siquiera tuvieron que competir en urnas, lo que lleva décadas sosteniendo a la clase más sanguijuela de la política en el país.
El PAN, PRD y Panalh en la entidad aún buscan que los magistrados electorales federales den revés al criterio seguido para las designaciones, aunque conforme avanzan los procesos, se van quedando cada vez con menos.
Cabe señalar que de haber obtenido mayor porcentaje de sufragios, el criterio de la autoridad habría sido el de otorgarles los espacios que su representación en el electorado alcanzase, pero ese no fue el caso.