A cincuenta años de la matanza de Tlatelolco en la que diversas iniciativas han promovido remover los nombres de los genocidas responsables de edificios públicos, nomenclaturas y vialidades, contrario a la tendencia, el Revolucionario Institucional (PRI) en Hidalgo reconoce y laurea con orgullo a uno de ellos con un busto que adorna sus oficinas estatales.
El hidalguense Alfonso Corona del Rosal gobernaba la Ciudad de México cuando se produjo el movimiento estudiantil de 1968 que culminó con la matanza de estudiantes en Tlatelolco. Falleció en el 2000 pero en 1986 el PRI le rindió su último homenaje al imponerle en vida la medalla al Mérito Revolucionario.
“Nuestro país vivía tranquilamente en el año del 68. La población tenía salarios justos pero de pronto nos brotó un movimiento de jóvenes y se hizo el problema del 68. De ese problema se han escrito muchas falsedades... Nuestro ejército nunca cometió un acto indebido fuera de la ley en ese problema...”, engañó fiel a los principios que conforman su partido y que lo definieron como persona.
A 30 años de distancia de la referida masacre, Luis Echeverría, el secretario de Gobernación de Gustavo Díaz Ordaz, reconoció que, junto con Alfonso Corona del Rosal, pidió a la Secretaría de la Defensa Nacional la participación del Ejército para preservar el orden en la ciudad de México, una vez iniciado el conflicto estudiantil del 68.