La Hoguera

El PRIAN está más muerto que nunca en Hidalgo

El PRIAN está más muerto que nunca en Hidalgo


Política
Marzo 06, 2024 14:29 hrs.
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Emmanuel Ameth › Emmanuel Ameth Noticias

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El otrora partido todopoderoso que durante décadas manejó los destinos de la entidad, el PRI, es hoy una sombra, un cascarón vacío que recicla perfiles que alguna vez escupió por falta de "cupo" y lo hace no con la esperanza de ganar elecciones, sino de pepenar algunos espacios que le permitan sobrevivir.

Y es que sin importar la región de la que se trate, su expectativa es derrotista. Mientras antes aspiraban a comerse pastel completo, hoy la expectativa es que por suerte o por error alguien deje caer una rebanada sobre la cual abalanzarse.

Sobre las 𝐞𝐥𝐞𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐟𝐞𝐝𝐞𝐫𝐚𝐥𝐞𝐬, poco aportarán a su candidata Xóchitl Gálvez. En su tierra se le conoce bien, guarda pocas simpatías y por ello, si acaso, se limitarán a sonreirle de dientes pra afuera. Saben que serán aplastados en la contienda, pero es la única derrota que les dará incluso gusto.

Sobre su fórmula al 𝐒𝐞𝐧𝐚𝐝𝐨, es tal la incertidumbre sobre su verdadero músculo que quien encabeza su fórmula, la secretaria general del PRI Carolina Viggiano, recurrió a inscribirse como plurinominal en su partido dadas las muy altas probabilidades de que ni siquiera se consiga la primera minoría, es decir, que dentro de los perdedores ni siquiera sean los que más votos consigan. Ese mensaje, vountario o no, es lapidario.

En cuanto a los contendientes por una 𝐝𝐢𝐩𝐮𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐟𝐞𝐝𝐞𝐫𝐚𝐥, ninguno aspira a ganar e incluso les da igual los votos que obtengan, pues las listas de plurinominales los cepillaron antes de competir.

En la contienda por las 𝐝𝐢𝐩𝐮𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐥𝐨𝐜𝐚𝐥𝐞𝐬, tampoco esperan ganar una sola por mayoría, por lo que su guerra comenzará en cuanto inicien las designaciones de los legisladores de representación proporcional.

En los 𝐚𝐲𝐮𝐧𝐭𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 es donde mejor les puede ir, pero hacen sus proyecciones con reservas justificadas. Los grandes, los que les importan, están perdidos, pero aún pueden acceder a cargos dentro de la asamblea municipal. En el resto, habrá una cantidad nada despreciable de victorias que les permita refugiarse a espera de que mejoren las cosas -lo que no sucederá- y poco más.

Adaptándose a su nueva realidad


Ellos, los que se autodenominaban los mentores de la política en Hidalgo, deberán transitar por un camino de aprendizaje dada su nueva realidad.

De los 𝐩𝐚𝐧𝐢𝐬𝐭𝐚𝐬 de la entidad, por ejemplo, deberán aprender a subsistir y a aún poder hacer negocios pese a los pocos gobiernos con los que cuenten; de ellos también pueden aprender a obtener concesiones de los gobernantes vendiendo humo. Su modus vivendi les permite obtener canonjías aún sin representar nada.

Ciertamente no será una postura honrosa ni que vaya acorde a sus perfiles pero es lo que hay. A los panistas nunca les ha importado embarrarse en el lodo con tal de obtener pírricos beneficios, es más, en la zalamería y en la autohumillación han encontrado la vía de enriquecerse sin llamar la atención. Cuando es necesario, incluso, son capaces del cinismo más indigno y lo hacen sin soltar risa que los delate. Ayudaría mucho que les inculquen la asistencia a una iglesia para guardar las apariencias de sus más perturbadores vicios.

De los 𝐩𝐞𝐫𝐫𝐞𝐝𝐢𝐬𝐭𝐚𝐬 pueden obtener lecciones de supervivencia. A diferencia de los azules, estos ya ni siquiera están inmiscuidos en negocios y ni se empeñan en buscarlos. La vida formó a los perredistas cual ascetas sin iluminación. A ellos les basta con vivir al día, olvidados, lejos de cualquier reflector... podrían perecer en la cueva donde se refugian y aún después de meses nadie notaría su ausencia. La única diligencia que los mantiene en este terreno mundano es la de ir a cobrar sus quincenas y lo hacen con la cabeza alta al no ser reconocidos por nadie. Podrían ser grandes maestros espirituales al haber renunciado a toda posesión y título de no ser porque nunca se han entregado a la meditación dada su poca capacidad de concentración y de análisis para actividades que requieran un mínimo de sapiencia. Y sin embargo siguen allí.

𝐋𝐚 𝐚𝐥𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚𝐭𝐢𝐯𝐚 𝐌𝐨𝐫𝐞𝐧𝐚

Los priistas que tengan aún un poco de dignidad, o bien, que en el horizonte los aceche la sombra del hambre, pueden optar por el gatopardismo más ruin, que es, el cambio del chaleco rojo por el guinda.

Por supuesto que hubo tricolores que migraron hacia Morena como parte de un proceso histórico de deslinde del priismo social, revolucionario, respecto al priismo neoliberal. Una consecuencia natural del descontento del sector más crítico del partidazo con el saqueo desmedido de los rematadores de todo. Porque si bien en el PRI nunca se castigó la corrupción, aún existía cierto pudor con el abuso.

Afortunadamente para los próximos neomorenistas, son pocos golpes de pecho y sí muchos contactos los Que se necesitan para convertirse ahora en defensores del cambio verdadero, pues lejos de sentir cualquier tipo de arrepentimiento, basta con sólo expresarlo.

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