Gran irresponsabilidad de diversos alcaldes electos en Hidalgo fue la cometida el día de ayer durante sus respectivas tomas de protesta, toda vez que desoyeron las recomendaciones federales para prevenir un contagio masivo acelerado de COVID con tal de recibir a sus matraqueros en eventos ’solemnes’.
El que más gente convocó pese a las recomendaciones de evitar actos políticos y masivos fue el alcalde de Pachuca Sergio Baños Rubio, quien habría congregado cerca de mil personas en su toma de protesta donde al finalizar, todavía se dio el lujo de lucir juegos pirotécnicos.
Antes del evento, el excandidato morenista a la alcaldía Pablo Vargas convocó una reunión respetando las medidas sanitarias al no congregar más de 50 personas y, posteriormente, llevar sólo a una decena d ellos mismos a la toma de protesta, donde pidió el micrófono cuando el alcalde dirigía sus palabras pero le quitaron el audio para que no fuera escuchado.
También en Mineral de la Reforma el alcalde Israel Félix Soto convocó un evento multitudinario donde también asistieron diversas autoridades del orden estatal e incluso legisladores federales.
En Tizayuca la alcaldesa Susana Ángeles pecó de la misma situación y de esa misma forma también lo hicieron prácticamente la totalidad de alcaldes, lo que podría tener un impacto masivo en el número de contagios por COVID los próximos días.
Los eventos anteriores fueron realizados pese a que días antes la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSAH) hizo un llamado a no salir de casa a menos que fuera estrictamente necesario, además de limitar actividades no esenciales como reuniones políticas o religiosas. Incluso la Secretaría de Salud Federal (SSA) dijo que Hidalgo podría pasar a semáforo rojo en los próximos días luego de que la semana pasada fuera aquella que mayor número de contagios presentó y con una ocupación hospitalaria de alrededor del 60%.