De acuerdo con la Encuesta Reforma publicada el día de ayer, en términos efectivos, Movimiento Ciudadano alcanzaría el 16% de las preferencias, el PRIAN obtendría 34% y Morena junto con sus aliados ostentaría un 50% de intención de voto, manteniendo una distancia de 16 puntos respecto al segundo lugar.
Si la oposición participara de manera conjunta sin embargo, Morena y aliados obtendrían 59.8% y el PRIAN más MC obtendrían 40.2%, es decir, que habría una brecha de 19.6 puntos.
Con lo anterior queda claro que Movimiento Ciudadano perdería la contienda acompañados o en solitario, solamente que el proyecto de Claudio X. no reconocería su peso de 16% en intención de votos pues con la inclusión del partido naranja apenas ganarían 6 puntos (el resto se iría a Morena).
Por si fuera poco, el proyecto a 2030 que construye Movimiento Ciudadano se diluiría, pues no representarían una tercera alternativa para el elector.
Cabe señalar que si deciden ir en solitario, los opositores argumentarán que “juegan” en favor de AMLO, mientras que si se van con la alianza opositora, los adeptos a la 4T afirmarán que lo hacen en favor de Claudio X. y su grupo de magnates que financian a la oposición. En los números, como comprobó la Encuesta Reforma, es preferible ganar la animadversión de los opositores con miras al futuro, pues representan significativamente menos que aquellos que hoy están con el oficialismo.
Pero la decisión para Movimiento Ciudadano es más sencilla todavía.
Además de ganar más adeptos y de la posibilidad de construir una candidatura hacia 2030, ellos manejarían sus propios recursos, teniendo para ello a Jalisco y Nuevo León, miasmas que aportan más que el resto de entidades en manos del PRI y del PAN en su conjunto.